El I Ching es un libro oracular que data de más de 5000 años
y es todavía usado para la adivinación y como consejero. Una de las
características que hacen a este libro especial es que puede ser usado para
todo tipo de consulta oracular, ya que tiene una gran capacidad de expresar en
forma simple conceptos abarcativos y que responden múltiples preguntas.
Al igual que muchos métodos oraculares, se dice que lo que
expresa el libro nunca está equivocado. Los hexagramas, conformados por dos
trigramas, son representación de un momento que puede transformarse en dos
direcciones. El I Ching es llamado el libro de las mutaciones, justamente por
eso, porque los hexagramas mutan, se transforman, cambian y esa es la raíz de
la vida que este sabio libro sabe bien expresar.
3 claves para una
mejor interpretación del I Ching:
Los hexagramas:
Los hexagramas son 36 instancias de algo que se transforma.
Eso es lo que hay que entender cuando se hace la interpretación del libro. Por
lo tanto cada uno de ellos está unido a los demás. Esto es algo que la mayoría
de las veces se olvida.
Es una energía que debe ser tenida en cuenta rodeada por dos
energías: una energía que es la anterior, es decir de dónde viene el hexagrama,
y otra que es la posterior, es decir hacia dónde va el hexagrama. Justamente la
interpretación puede extenderse al camino que recorrerá esa energía “hacia
adelante” y “hacia atrás” y si bien estas direcciones no son específicamente
direcciones en el tiempo, si son direcciones relacionadas con la evolución y el
desarrollo de algo que transita en el devenir. Es por eso que este libro es muy
profundo. Saber interpretarlo es de alguna manera saber entender mucho de la
filosofía china y del Taoísmo.
Hay algo que escapa a la visión occidental y es que las
cosas no están fijas, según los antiguos preceptos orientales influenciados por
doctrinas como las de Confucio y Lao Tsé, la energía se mueve y muta, lo que
hace que las cosas siempre tengan un origen y siempre vayan hacia alguna
consecuencia. Entender el tiempo presente es también entender de dónde se viene
y hacia dónde se va, y esa es muchas veces una visión sabia de la vida. Hay
quien dice que el presente es un paso minúsculo entre el ayer y el mañana,
nunca mejor dicho para entender el significado de cada hexagrama. Cuando en una
consulta sale un determinado hexagrama debemos entender que este es una
radiografía exacta de un momento determinado.
Los trigramas:
Así cómo los hexagramas reflejan un momento único entre dos
instancias, estos hexagramas además están compuestos de dos trigramas que son
la esencia del libro de las mutaciones. Estos dos trigramas son dos elementos
que combinados entre sí conforman una energía única. Los trigramas corresponden
a los ocho elementos que el libro de las mutaciones usa, pero que además son
los ocho elementos tradicionales que distintas disciplinas orientales también
tienen en cuenta. La combinación de estas dos energías y su posición, es decir
si están arriba o debajo, son las que dan la conformación de los hexagramas y
por lo tanto las que delimitan su energía. Así por ejemplo el hexagrama “Lo
abismal” está compuesto por dos trigramas iguales que corresponden al agua, su
significado se desprende del significado duplicado de estos dos trigramas, en
este caso agua sobre agua da el abismo. Por ejemplo en el signo Ta Chuang, El Poder de lo Grande, tenemos al trigrama el
trueno sobre el trigrama el cielo, lo que da como consecuencia el significado
de este hexagrama que habla del poder que tiene el trueno, un poder grande
cuando se haya en el cielo.
La interpretación no es sólo racional sino específicamente
relacionada con las imágenes que cada trigrama combinado despierta en la
sensibilidad del que consulta. A estas imágenes se refiere siempre el I Ching
en sus comentarios.
Líneas mutantes:
Si al principio hablábamos de que los hexagramas siempre son
un tránsito, el propio libro nos da la forma de ampliar la información de la
interpretación que se obtiene de un hexagrama, esto lo hace por medio de las
líneas mutantes. Las líneas mutantes se obtienen cuando se consulta el oráculo,
cualquiera sea el método siempre existe la posibilidad que un hexagrama tenga
una línea mutante. De esta manera hay que interpretar esa línea como una evolución
del hexagrama. Es decir que la línea mutante está explicando que ese hexagrama
no muta en el posterior sino que puede mutar en otro que es en el que se
transforma cuando una línea muta. Hacer una interpretación adecuada es
importante. Pues las líneas mutantes son muy significativas a la hora de
entender el I Ching.
Por supuesto que hay muchas más cuestiones a tener en cuenta
a la hora de saber interpretar el libro de las mutaciones. Lo hemos resumido
para que tengas una idea de que se trata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario