La pregunta en sí misma indica que algo está mal. Algo está
produciendo esa inseguridad que te hace dudar de poseer el amor del otro. No
hace falta ser astrólogo para comprender que estamos frente a dos alternativas:
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Que las cosas han cambiado, que hay un
distanciamiento, una sensación de vacío emocional o una escasa respuesta, falta
de reciprocidad o de nutrición afectiva.
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Que las cosas nunca han estado bien y formaste
la relación pensando que esta persona a lo largo del tiempo iba a cambiar y
terminaste involucrándote con una persona que no está dispuesta a darte la
nutrición afectiva que estabas esperando.
Cualquiera de las dos opciones indica un proceso que termina
afectando tu seguridad emocional, que termina finalmente afectando tu
autoestima pues te conviertes en alguien que vive expectante del amor del otro,
esperando manifestaciones que te digan si te aman o no, si vale la pena o no, si
vas a seguir sufriendo o no.
Sabes que la respuesta a todas las preguntas que te he
formulado es NO. ¡No cambiará nada en nada! Y me atrevo a pensar, que esta
misma pregunta posiblemente te la has formulado con anteriores parejas, que
muchas veces has estado envuelto en la misma incertidumbre que sólo demuestra
una escasa nutrición afectiva en el amor.
En lugar de preguntar si la pareja que tienes te ama
realmente lo que debes preguntar es:
Lo amo realmente?
Estoy dispuesto a seguir amando a una persona que me ama de
la manera en que mi pareja me ama?
Por qué me encuentro envuelto constantemente en este vaivén
emocional?
Qué es eso de mí que me hace estar en este proceso de
dependencia emocional?
Para creer que mi pareja me ama necesito que esta persona
cambie?… ¿no es más fácil cambiar yo?
Estoy basando mi tranquilidad, mi paz emocional en las
acciones que haga o deje de hacer mi pareja?
Podría ser feliz de alguna manera diferente?
Qué cosas puedo hacer para sentirme bien independientemente
de lo que haga o deje de hacer esa persona?
Quiero vivir sintiéndome como me siento muchos años más?
Son preguntas que no se responden de la noche a la mañana,
son preguntas que nadie puede responder por ti, sólo tú puedes indagar en tu
propio corazón (en tu propia mente) esas respuestas.
Sé que sabes, intuyes las respuestas… sé que las imaginas
pero también sientes que no tienes fuerzas muchas veces para responderlas con
claridad. Que te da miedo dártelas de verdad, pues saber esas respuestas implica
que tienes que cambiar tu manera de hacer las cosas, de enfrentar la relación
de pareja e incluso de enfrentar eso que llamas felicidad.
Basar tu felicidad en lo que hace o deja de hacer otra
persona es depender de ella. Es convertirte en un barco a la deriva en el que
el mar, las olas, la dirección que tomas la maneja ese ser al que le has dado
ese poder.
Pero te sorprenderá saber que una de las técnicas para
despertar el amor de otra persona es precisamente lograr esa independencia
emocional… pues ya tu pareja se verá motivada a cortejarte, ya no serás un
florero que él espera encontrar sin ninguna novedad al regresar a casa. Serás
esa mujer o ese hombre capaz de sonreír esté o no esté tu pareja… y eso genera interés, genera el miedo
necesario para mantener activa la relación.
No se trata de buscar a otra persona para llenar el vacío, se
trata de ser capaz de llenar el vacío tú mismo… cuando lo logres serás una
persona libre, plena de amar y ser amada, podrás sentirte lleno con cualquier
detalle de la vida. Y cualquier pareja que tengas se sentirá con la
responsabilidad de darte esa nutrición afectiva que requieres… Y sabes por qué?
Porque tu amor se basará en una LIBRE ELECCIÓN Y NO EN UNA NECESIDAD!
No es lo mismo necesitar a alguien que desear estar con
alguien aunque no lo necesites.
Si logras sentirte bien contigo mismo, recuperar tu
autoestima, tu seguridad como persona, tu valía personal, tu amor por ti mismo…
y logras ser feliz sin ese vaivén emocional… tendrás relaciones de pareja de
libre elección! Ya no será una relación que se dé porque necesitas que te ame,
que esté contigo, porque necesitas que llegue a casa para poderte sentir bien!
Sino une relación que se da porque la persona te trata tan bien, porque es para
ti tan agradable que eliges estar con ella!
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