
Además de atraer la buena suerte, los tallos de bambú absorben las energías negaticas y las malas vibraciones que se concentran en el entorno. Al mismo tiempo, da optimismo, serenidad, armonía, paz y alegría a las personas que viven en el hogar donde se halla el bambú.
Originariamente era en oriente donde el bambú era reconocido como la planta de la suerte. Sin embargo, con el paso del tiempo esta creencia se ha ido extendiendo, siendo en la actualidad una idea compartida por el mundo entero.
Lo ideal es cortar unas cañas de bambú y colocarlas en un recipiente de cristal. Siempre se debe colocar suficiente agua, que llegue a tapar las raíces y al pasar de los días veremos que comienzan a salirle hojas erde en los nudos de la parte superior.
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