Es importante cada cierto tiempo limpiar nuestras casas y a
nosotros mismos de energías negativas originadas por el miedo, el sufrimiento,
la rabia, la ira, la frustración, las enfermedades, las envidias y un sinfín de
estados diferentes.
Estas energías se depositan en los lugares donde son
originadas (normalmente las fuentes de dichas energías suelen provenir de seres
vivos), o bien son proyectadas hacia otras personas.
Tan importante son las limpiezas físicas como las psíquicas.
Si las llevamos a cabo, seguro viviremos más tranquilos, dejando libre nuestra
mente para actuar con mayor armonía, y nuestro cuerpo para evitar posibles
efectos nocivos en nuestra salud.
Con el entrenamiento adecuado y con la habilidad necesaria,
podemos percibir este tipo de energías a través de sus propias vibraciones, y
así poder eliminarlas de nuestro entorno.
Una de las limpiezas psíquicas que da muy buenos resultados,
es la de dedicarnos algunas horas a nosotros mismos de vez en cuando:
Elegid una bonita hoja de papel con su sobre y un bolígrafo
del color que más os guste.
Elegid también un sitio en la naturaleza para este ritual,
buscad el rincón que más os inspire y tomaos un tiempo para sintonizar con el
medio. A continuación coged el bolígrafo o la pluma y escribíos una carta
bonita a vosotros mismos. Hacedlo como si estuvierais escribiendo a un amigo al
que queréis mucho. Hablad con sinceridad de todo lo que os plazca con todo lo
que brota de vuestro corazón; reflexiones, sentimientos, sugerencias, promesas…
Una vez terminada esa carta escribid en el sobre vuestros
datos y enviadla mentalmente a las
fuerzas del Universo, que están cuidando de todos nosotros.
Finalmente, guardad esa carta en una cajita o en un cajón,
siempre que sea un lugar solo vuestro, para volver a leerla en el momento que
os apetezca.
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